Un grupo de empleadas de una residencia de ancianos de Aldeia da Mata, en Crato (Portugal) gana un millón euros en el Euromillones y no piensan dejar de trabajar.
Participar en el sorteo del euromillones en grupo puede ser una opción perfecta para jugar de manera habitual sin gastar demasiado dinero. Cada apuesta simple en el Euromillones cuesta 2,50€ por lo que repartir los costes entre varios participantes nos ahorrará un poco de dinero al mes si somos de los que solemos participar en el Euromillones en cada sorteo. Eso si, en caso de que toque, tendremos que repartir el dinero.
Esta es la estrategia que han seguido un grupo de 10 empleadas de una residencia de ancianos de Aldeia da Mata, en Crato (Portugal), desde hace más de tres años, pero fue el pasado 25 de noviembre cuando lograron ganar el sorteo de «El Millón», el millón de euros que el Euromillones reparte en cada país participante con un código alfanumérico que añade en cada boleto sellado de manera automática
Cada una de ellas recibirá 80.000€
Una de las empleadas, en declaraciones a un medio portugués, dejó claro que ninguna piensa dejar su trabajo… «Hemos llorado, hemos saltado, ha sido emotivo. Sólo me lo creeré cuando vea el dinero entrando en mi cuenta, pero todas tenemos claro que vamos a seguir trabajando». Según han podido calcular ellas mismas, quitando el 20% correspondiendo a los impuestos, cada una de las empleadas recibirá un total de 80.000€, que aunque es verdad que no las convierte en millonarias, ni permite que puedan dejar de trabajar, si que es un buen pellizco.
Las jugadores crearon esta «peña» hace unos tres años para participar en el Euromillones y repartirse los gastos, y aunque ya habían ganado otros premios mucho más pequeños, nunca antes habían logrado un premio tan alto.
En declaraciones a medios portugueses, las diez empleadas de la residencia todavía no se creen que les haya tocado la lotería, pero ya empiezan a hacer planes sobre lo que harán con el dinero que han ganado. Mientras que las que tienen deudas pendientes optan por pagar la hipoteca o adelantar alguna letra del préstamo del coche, otras optarán por irse de viaje con la familia o darse algún merecido capricho. Lo que si tienen todas muy claro es que, como hemos comentado anteriormente, no tienen intención de dejar el trabajo, y en parte se debe a la gran relación que tienen con los residentes, con otros empleados y con los jefes de la residencia.