Esta historia ocurrió en el año 2020, durante los peores meses de la pandemia por Coronavirus, un hombre anónimo tuvo la gran suerte de convertirse en el ganador del sorteo del Euromillones, más concretamente con el juego adicional de «El Millón». Ganó un millón de euros mientras la mayoría de ciudadanos estábamos cumpliendo el confinamiento encerrados en casa.
Jack, nombre ficticio de este hombre afortunado, aseguró en una entrevista en un importante diario francés que al principio no se lo podría creer, de hecho hasta tardó en cobrar el premio porque pensaba que todo aquello se trataba de una broma de mal gusto de alguno de sus amigos o incluso que habían pirateado la página web de loterías para estafarlo.
Ganó por segunda vez la lotería el día de su boda
Aunque como decíamos anteriormente esto ocurrió en el año 2020, la suerte no ha dejado de sonreírle a este hombre anónimo, y es que al año siguiente, Jack volvió a ser el ganador del mismo sorteo por segunda vez, llevándose otro millón de euros. Lo mejor y más curioso de la noticia, es que se enteró el mismo día en el que se casaba con su mujer. Justo después de la ceremonia comprobó sus boletos y descubrió que había sido ganador de otro millón de euros.
La primera vez que ganó el premio, lo primero que hizo fue reunir a toda la familia un vez finalizado el confinamiento por Covid para celebrarlo brindando con una botella de champán, pero en la segunda ocasión la fiesta ya la tenía organizada, ya que estaba celebrando su boda.
Al día siguiente, la pareja se iba de luna de Miel por Italia y Jack decidió guardar el boleto premiado en uno de sus bolsillos durante toda su estancia en el extranjero, ya que no se fiaba en absoluto a dejarlo en casa y mucho menos en el hotel en el que estuvo alojada. Al final, para ahorrarse problemas y desconfianzas, decidió presentarse en una entidad bancaria de Venecia para cobrar el boleto mientras celebraba su luna de miel.
Con el segundo premio invirtió en el mercado inmobiliario
Tanto la ceremonia de su boda como la luna de miel lo pagó íntegro con el dinero que ganó la primera vez que le tocó la lotería, también una casa para uno de sus hijos. Por eso ahora decidió aprovechar el segundo millón de euros que ganó para adquirir viviendas y meterse de lleno en el mundo de la inversión inmobiliaria.
Lo que si dejó claro este hombre anónimo en declaraciones al medio francés, es que no tiene intención alguna de dejar su puesto de trabajo actual, aunque asegura que se siente mucho más relajado y aliviado sabiendo que no necesita un sueldo fijo cada mes para vivir como si lo necesitaba antes de tocarle la lotería. También dijo que en vista de que parece que la fortuna le persigue, tiene intención de seguir jugando cada semana al Euromillones, porque como dice el refranero popular: «no hay dos sin tres».